Las especies y variedades
de café que caracterizan al género Coffea
están mal definidas, no bien entendidas y sumamente confusas desde el, punto de
vistas hortícola. Quizá no hay dos botánicos que estén de acuerdo en cuantas
especies válidas existen. Gran parte de la dificultad surqe del hecho de que
los cafés, como los cítricos y algunos otros cultivos frutales, son sumamente
polimórficos. Numerosas formas, tipos y variedades son nativos del África y
Asia tropicales, mientras que muchos otros existen en plantaciones cultivadas.
Las mutaciones son frecuentes, tal como son las adaptaciones ecotípicas
inducidas por las variaciones en las condiciones del medio ambiente. Muchas, si
no todas, de las especies hibridan fácilmente, ya sea en forma silvestre o bajo
cultivo. Los frutos maduros tienen una cubierta dulce mucilaginosa alrededor de
las semillas, la cual gusta a los pájaros y animales pequeños, por lo que uno
puede encontrar plantas de café que se han vuelto silvestres y que provienen de
semillas diseminadas por agentes naturales a distancias apreciables de las
áreas cultivadas. Una complicación posterior es la falta de uña exploración
concienzuda por los botánicos en gran parte de la región cafetalera,
especialmente en África, de donde son nativas las distintas especies. Con el
fin de obtener uniformidad, aquí se seguirá el tratamiento de las. especies y
variedades Coffea sugeridas por A. E.
Haarer, quien ha estado trabajando muchos años con el café en África. Hay
cuatro especies o grupos o formas principales, que se cultivan ampliamente y
constituyen los cafés del comercio: café arábigo (C. arabíca L.), café robusta (C.
canephora Pierre ex Froehner), café liberiano (C. liberica Mull ex Hiern), y café excelso (C. excelsa A. Chev.); además, existe una gran cantidad de otras
especies llamadas económicas, que se plantan en escala local y normalmente no
entran a los canales comerciales.
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