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domingo, 14 de junio de 2015

Anti-depresivo.

Buenos Aires es conocida por la cantidad de barcitos, en los que hombres y mujeres pasan a tomarse un cafecito, un cortado. Sin embargo, los mayores consumidores de café en el mundo son los finlandeses: cuentan con un promedio de 1.640 tazas por año cada uno. En el siglo XVIII, cuando se introdujo en ese país el café Java (de Indonesia), se vendía solo en farmacias, ya que era considerado una de las curas contra la depresión. Desde Harvard, dicen que tomar dos tazas de café (con cafeína) por día puede reducir el riesgo de un estado de ánimo depresivo en un 34%. Según el estudio, la combinación de la cafeína y los antioxidantes del café estimulan el cerebro para producir hormonas antidepresivas más potentes (y naturales), como la serotonina y la dopamina. Conocé los mitos y verdades del café.


La Taza de Barro Reflexion ♡♡

Emergiendo.

 En el inicio de toda empresa humana que ha tenido importancia hay una leyenda.
 El origen del café no ha sido una excepción. Una leyenda, conocida por musulmanes y cristianos, habla de que  en una ocasión en que el Profeta estaba enfermo, el ángel Gabriel le devolvió la salud y la fuerza viril, ofreciéndole una bebida negra como la gran Piedra Negra que hay en La Meca.
 Como esta leyenda corren otras muchas que subrayan la importancia que se le ha atribuido al café a lo largo de la historia humana.
 Lo que parece cierto es que el café se empezó a consumir en las altiplanicies de
Abisinia, donde crecía en forma silvestre su modalidad llamada Arábica.
 De Etiopía pasó a Arabia y a la India, probablemente a través de peregrinos musulmanes que viajaban a La Meca, ya que las rutas de peregrinación fueron al mismo tiempo, durante siglos, grandes rutas comerciales.
 Pero los grandes propagadores del café fueron los holandeses, que explotaron grandes plantaciones del mismo en sus colonias de Ceilán e Indonesia.Ellos fueron los importadores del cafeto y quienes lo aclimataron en los jardines botánicos de Ámsterdam, Paris y Londres, desde donde pasó a la Guayana holandesa, al Brasil, A Centroamérica y a otros muchos países. Gracias a lo cual en tres siglos está infusión ha pasado de ser casi desconocida a convertirse en una bebida universal que Bach, Balzac, Beethoven, Goldoni, Napoleón, Rossini, Voltaire y otros muchos personajes de la historia han consumido en grandes cantidades y elogiado desmesuradamente.